En los masajes ayurvédicos se realizan básicamente 4 movimientos: golpeteo, amasamiento, fricción y compresión. Con ellos se estimulan los ganglios linfáticos y los puntos marmas sutiles.
A través del masaje el paciente toma contacto con sus energías, ganando conciencia corporal. El ayurveda dice que el dolor es provocado por una obstrucción del flujo de VAYU (aire) a través de los vasos, por eso que al estimularlo se alivian las tensiones y se reduce el dolor.
Hoy el stress nos lleva a acumular toxinas en todo el cuerpo y el mejor remedio y el más natural para eliminarlas, son los masajes con las 4 técnicas ya nombradas. Los objetivos son trabajar el sistema circulatorio, linfático, nervioso y energético, quitando el cansancio mental y físico, y proporcionar resistencia a la desarmonía y a las enfermedades. Los masajes estimulan la producción de anticuerpos, fortaleciendo la vitalidad del organismo y, además, el aceite utilizado aporta fuerza a los nervios.
Dar un masaje es dar energía al paciente, no es sólo manipular piel, músculos, huesos, sino que se trabajan las energías tanto físicas como mentales. Muchas veces cuando uno da un masaje ayuda a desbloquear las energías estancadas, donde el paciente experimenta el alivio de sus dolencias y libera emociones.
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